Estas instalaciones dedicadas al cuidado personal y la relajación han demostrado ser una ventaja competitiva significativa para los establecimientos hoteleros.
Las amenidades de spa, como masajes, tratamientos faciales, envolturas corporales y baños termales, ofrecen una forma de relajación profunda y rejuvenecimiento. Los huéspedes que se someten a tratamientos de spa se sienten renovados y revitalizados, lo que mejora significativamente su experiencia en el hotel.
Un spa bien equipado y con una amplia gama de tratamientos puede ser un factor decisivo para que los huéspedes elijan un hotel en particular. La inclusión de un spa en las instalaciones puede atraer a un publico objetico mas amplio y fomentar la fidelidad de los clientes, ya que proporciona una experiencia completa y satisfactoria durante su estadía.
