Cuando escuchamos la palabra “amenidad”, a menudo pensamos en características adicionales o complementarias que mejoran nuestra experiencia en un hotel, un complejo turístico o un edificio residencial. Sin embargo, al fusionar este concepto con la palabra “ecológica”, nos encontramos con una dimensión completamente nueva que va más allá del lujo y comodidad superficial.
Una amenidad ecológica se refiere a las características o servicios añadidos a un espacio o proyecto con el objetivo de mejorar y preservar la calidad ambiental, al mismo tiempo que se promueve el bienestar humano. Estas amenidades no sólo se sienten bien, sino que también hacen bien.
Una verdadera amenidad ecológica se desarrolla y mantiene bajo prácticas sostenibles, reduciendo el impacto ambiental.